Filtrado de Ingreso
Origen del Filtrado de Ingreso
El concepto de filtrado de entrada se remonta a los primeros días de Internet cuando las preocupaciones de seguridad comenzaron a surgir a medida que las redes se volvían más interconectadas. Los Proveedores de Servicios de Internet (PSI) adoptaron inicialmente el filtrado de entrada como una forma de mejorar la seguridad y la integridad de la red. Al implementar el filtrado de entrada, los PSI pretendían prevenir la propagación de tráfico suplantado o malicioso que originaba desde sus redes, contribuyendo así a la estabilidad y seguridad general de Internet.
Aplicación Práctica del Filtrado de Ingress
Una aplicación práctica del filtrado de entrada se encuentra en el ámbito de la mitigación de Denegación Distribuida de Servicio (DDoS). El filtrado de entrada ayuda a frustrar los ataques DDoS filtrando paquetes suplantados que intentan inundar una red objetivo con un volumen abrumador de tráfico. Al bloquear estos paquetes maliciosos en el perímetro de la red, el filtrado de entrada atenúa el impacto de los ataques DDoS, garantizando la disponibilidad y fiabilidad de los servicios esenciales alojados en la red.
Beneficios del Filtrado de Ingreso
Seguridad Mejorada: El filtrado de ingreso actúa como la primera línea de defensa contra diversas amenazas cibernéticas al prevenir el acceso no autorizado y filtrar el tráfico malicioso. Rendimiento de Red Mejorado: Al filtrar el tráfico indeseable en el borde de la red, el filtrado de ingreso ayuda a optimizar los recursos de red y el uso de ancho de banda, lo que conduce a un rendimiento de red general mejorado. Requisitos de Cumplimiento: Muchos estándares regulatorios y marcos de cumplimiento exigen la implementación del filtrado de ingreso como parte de la postura de seguridad de una organización. Cumplir con estos requisitos ayuda a las organizaciones a demostrar su compromiso con la ciberseguridad y la protección de datos.
Preguntas Frecuentes
Los criterios de filtrado de ingreso a menudo incluyen la dirección IP de origen, la dirección IP de destino, los números de puerto, el tipo de protocolo y el contenido del paquete. Estos criterios se evalúan para determinar si se deben permitir o denegar los paquetes entrantes en la red.
Aunque el filtrado de entrada es una medida de seguridad esencial, no puede garantizar la protección contra todos los tipos de ataques cibernéticos. Sin embargo, reduce significativamente la superficie de ataque y mitiga amenazas comunes como los ataques DDoS, el suplantación de identidad y el escaneo de puertos.
El filtrado de ingreso se centra en filtrar el tráfico entrante en el perímetro de la red, mientras que el filtrado de egreso implica inspeccionar y controlar el tráfico saliente desde la red interna hacia el mundo externo. Ambos mecanismos se complementan entre sí para hacer cumplir políticas de seguridad de red integrales.